Clases particulares/ Sala de arte [Privado]

Caminaba despreocupadamente por los pasillos, era ya tarde y el ir a dormir no le apetecía en lo absoluto; La noche era demasiado hermosa como para desperdiciarla en la cama, se decía a si mismo. No sabia que hacer y fumar también estaba descartado, había terminado con su cajetilla y debía esperar un hasta el día siguiente para conseguir una nueva. Suspiró al pasar frente a una ventana y ver la luna llena sobre los jardines, iluminando todo. Sonrió, era como salido de un libro... Un libro. Su sonrisa se amplió y cambió el rumbo de sus pasos.

Bastaron alrededor de 15 minutos y algunas vueltas, pues no encontraba la sala, para llegar a su destino-.. "Sala de arte" -leyó en una pequeña placa junto a la puerta. Podía ver la luz encendida dentro y algo de movimiento, así que sin pensarlo tocó cuatro veces con suavidad.

-Se encontraba dentro de su salón de clases organizando el plan de trabajo, estaba completamente desaliñado para ser un profesor, portaba una ostentosa vestimenta oriental, no deseaba trabajar en su habitación puesto que aun no conocia a su compañero, rodeado de almenos 10 libros abiertos bufó levantandose y caminando por el salón comenzó a divagar , generalmente en sus materias hazta que la idea de un joven estudiante invadió su cabeza, ese retador muchacho que se le habia puesto enfrente desde la primera vez, el que le llevaba 13 años y que le llegaba a atraer, despertandole una parte que a su parecer estaba muerta, lo que menos esperaba fueron esos 4 golpes en su aula, se dirigió a abrir lentamente-

Asi...que ha venido a mi clase despues de todo...sea bienvenido...

Sonrió al verlo, no se esperaba verlo vestido de esa forma, sin embargo no se quejaba, el hombre, a pesar de ser mayor era realmente hermoso, y con cualquier cosa que llevara encima se veía bien- Gracias -sonrió entrando- No me lo perdería... -miró el aula- En especial si son clases particulares -se giró encarando al mayor y sonriendole con coquetería. Era extraño como ese profesor a pesar de todo no le provocaba tratarlo como a los demás. Con él no podía ser cortante, frío y arrogante, bueno, no del todo.

¿Y bien? -sonrió- ¿Cual será la primera lección de arte, sensei?

-tomó su cabello amarrandolo en una coleta, tomó una de las bancas poniendola frente a su escritorio-

Tiene suerte joven uruha, yo no acostumbro a dar clases particulares, porsupuesto que usted es una excepcion...bien, dejeme ver...

-tomó uno de los libros comenzando a darle una introducción-

La historia del arte es una disciplina de las ciencias sociales que estudia la evolución del arte a través del tiempo...

-se acercó a el-

Aunque como explicarle la historia del arte a un verdadero monumento de la belleza...

-cerró el libro quedando a escasos centimetros de su rostro-

en verdad desea tomar clase?...o prefiere hacerme compañia, es muy tarde como para estudiar...

Fingió poner atención a todo lo que el otro le decía, sin embargo, lo único que captaba su atención eran los labios del mayor moverse, moría de ganas de probarlos de nuevo. Sonrió al escuchar el comentario acerca de la belleza y su sonrisa se amplió al escuchar lo ultimo.

Me leyó la mente -sonrió- La historia del arte es realmente interesante, pero concuerdo con usted.. Es demasiado tarde -se inclinó un poco mas hacia adelante, rozando sus labios contra los de Asagi, sonriendo levemente.

-sonrió de lado al obtener ese deseado contacto, apoyó ambas manos en la paleta del pupitre para quedar inclinado frente a el, dejando ver su delgado cuerpo en la holgada yukata, entrecerró la mirada acariciando el cabello del joven para atraerlo y al fin convertir ese roce en un apasionado beso-



Mi joven alumno...



-sonrió al suzurrar tomandole de los hombros y haciendo que lentamente se levantara de aquella incomoda banca para atraerle y abrazarle dulcemente, acariciando su cabello, su espalda, sus brazos, su rostro, se separó con lentitud-



Es usted perfecto...



-sonrió de lado revolviendo levemente su cabello-

Su respuesta ante tal trato fue un ligero sonrojo, no estaba acostumbrado para nada a ser tratado con tanta delicadeza, era por ello que su carácter era un tanto difícil- En realidad estoy lejos de ser perfecto... Profesor -sonrió al seguir en ese juego de Alumno-Profesor, dejándose acariciar por el otro, sonriendo, era algo que no hacia con sinceridad en mucho tiempo.

-sonrió levemente al escucharle- pero si para esto estoy yo aqui, para enseñarte la perfección almenos en un aspecto de esta amplia vida...

-tomó su brazo con suavidad guiandole al escritorio, le tomó de la cintura y como si fuese un niño pequeño le levantó de la cintura, sentandole en el escritorio-Lo que desee aprender, yo te lo enseñaré...-desabotonó un poco su camiza para poder descubrir su hombro, dando una pequeña lamida en este- Claro, si esta dispuesto a aprender...

Se dejó guiar hasta el escritorio, obedientemente para luego sonreír al verse sentado en este. No dudó en abrir un poco sus piernas para que el mayor pudiera acomodarse entre estas y así estar sus cuerpos mas cerca. Lo escuchó con atención, sonriendo levemente- ¿En verdad? -murmuró y suspiró al sentir aquella lamida e su hombro- Siempre estoy dispuesto a aprender cosas nuevas, profesor -rió en un tono bajo, terminando de desabotonar su propia camisa para quitarla por completo, atrayendo en un abrazo, ladeando un poco su cuello y dando a entender con esto que quería un poco de atención en aquella zona.

Esa...es precisamente la mayor cualidad en un alumno, disposición a aprender, es...lo que mas satisfacción pùede darle a un profesor...-cooperó para quitarle la camiza y al sentir aquel abrazo que dejaba ese niveo cuello tan expuesto, fue inevitable avalanzarse hacia este, comenzó a besar y lamer pausadamente aquella zona guiando las manos del muchac ho a su espalda, pàra que pudiera bajar esa corridiza pieza de seda que le cubria, tomó con una mano su nuca acariciandola al compaz de los besos-

Suspiró sin poder evitarlo al sentir los besos y lamidas en su cuello, le encantaba esa sensación, la lengua húmeda y caliente del mayor se sentía deliciosa en su piel. Dejó que el mayor guiara sus manos y obedeciendo desato la tela y la dejó caer con suavidad por la espalda del profesor, aprovechando para acariciar esta parte de su cuerpo, por completo- Mmh... -dejó salir un pequeño gemido e inmediatamente acerco el cuerpo del mayor por completo, haciendo que sus pechos se rozaran, rodeándolo con sus piernas, haciendo chocar sus entrepiernas- Nhh..

-apoyó una mano en el escritorio e instintivamente comenzó a mover las caderas, haciando mas directo el contacto, su otra mano fue descendiendo hazta su cadera la cual acarició con firmeza y decisión, de su cuello pazó a su oido deborandolo y volviendo a bajar hazta su hombro, ese joven le inspiraba los mas bajos instintos, se separó apenas viendole lascivo-

Primera clase...

-se dedicó a desabrocharle el cinturón a su alumno-

El arte...requiere de inspiración...sentimientos...pasion...y...se debe crear con infinita devoción...

-terminó de quitarselo y lo puso al rededor del cuello de uruha-

comprende...?

Respiraba agitado mientras se dejaba quitar el cinturón, escuchando luego con atención todas y cada una de sus palabras, relamiéndose suavemente los labios. Sorprendiéndose al ver como le ponía el cinturón al cuello, sin embargo si se trataba de un juego, el quería participar- Comprendo totalmente profesor...

Su voz salió en un ronco susurro, delatando su excitación, y si eso no lo hacia, de seguro la ya notable erección debajo de sus pantalones, si. Desde conocer a Asagi había notado que el profesor era un poco diferente, podía verse como alguien serio, pero ahora se daba cuenta que en la intimidad era un poco rudo ¿Sadomasoquista, tal vez?. Sonrió.

Digame...joven uruha...que me puede decir del arte...

-le jaló de aquella correa hazta tener su perfil frente al suyo-

Espero una respuesta combincente de su parte...

-lamió parte de su rostro bajandole de la mesa y desabrochando su pantalón,aun con la correa en su otra mano, jalandola incistentemente, dandole apenas un hilo de aire para que pudiera contestarle-

Le paresco muy agresivo?...no se imagina cual agresivo soy...eso le agrada?...

-lamió un poco su pecho-